Un blog para acercarnos a Dios, para encontrar paz, sanación, bendición. Un blog para todos, para aprender a orar, meditar.
miércoles, 20 de junio de 2012
El poder de la confianza.
Hoy vamos a hablar, reflexionar, meditar algunos segundos acerca de la confianza, la cual es una virtud humana, todos podemos confiar en alguien o en algo. Pero la confianza elevada al plano sobrenatural se transforma en la más importante virtud teologal, que es la Fe.
La fe tiene poder y mucho más de lo que podamos comprender, Jesús dice "crees esto", y si la persona le decía que sí, pues, El lo confirmaba diciéndo "tu fe te ha salvado, vete en paz". ¿de donde procederá tal poder?
1°. Podemos decir que cuando nos encontramos en una situación de fe o de confianza plena somos como niños, pues, el niño no cuestiona ni espera nada, simplemente va agarrado de la mano de sus padres y "no tiene ninguna preocupación con respecto a su futuro". Es más,vive en una atmósfera lúdica importante, comparte con otros niños a los que considera sus iguales, ninguno es mayor que el otro, todos elaboran sus juegos, podemos decir, en equipo. Eso hace que no haya competencia, celos, violencia interior, etc. esto hasta cierta edad donde vamos perdiendo la inocencia.
Por eso descubrimos la importancia de la Palabra de Jesús cuando dice: "no le impidan a los niños que se me acerquen, porque el Reino de Dios es para los que son como ellos", y nos invita a volver a recuperar esta actitud de los niños.
2° La confianza o fe, opera una liberación del yo importante, y por lo tanto nuestro interior se deja llevar suavemente por los acontecimientos sin caer en la carrera vertiginosa del día a día, donde buscamos superarnos constantemente, exigiéndonos a nosotros y a los demás. Todo ese esfuerzo de superación desconfiada, produce resistencias interiores y violencia interior aunque no nos demos cuenta cuando esté pasando la situación.
3° La persona egoísta, preocupada, autosuficiente, exigente, "madura", represora de los sentimientos, resentida, y todo otro acto negativo a la naturaleza, genera violencia interior, que al no poder canalizarse hacia el exterior por la cultura y las buenas costumbres, toda esa violencia queda alojada en el interior de la persona y esa fuerza negativa empieza a conspirar contra el propio cuerpo. De allí que se degeneren en enfermedades que pasan a estar fuera de control. La fe o confianza, el abandono en manos de Dios, la entrega de los problemas desde el interior a quien sabemos que nos ama, lo que provoca es una liberación de toda esa energía negativa, y así, cuando nos abandonamos a lo inesperado con paz y serenidad, ahí se opera la sanación esperada. Es el poder de la fe.
La conclusión es la siguiente: Si queremos volver a vivir sanamente, volver a confiar, volver a encontrar la paz y la serenidad. Tenemos que empezar a aprender a abandonarnos confiadamente en manos de Dios. Todo eso es posible, no será de un día para otro, pero la oración de confianza es un método que tendríamos que poner más en práctica. Si no sabemos, pues, aprendemos. Hay muchas técnicas para aprender a orar. pero en definitiva lo más importante es ese click que nos va a conectar con la trascendencia, ese click es maravilloso, unico, y que unos pocos lo experimentaron. Nosotros estamos en camino, podemos sentirlo, podemos experimentarlo, podemos sanar, podemos vivir agradecidos e iluminados para siempre.
No abandones la lucha, pero durante la misma es preciso confiar para tener paz y sanación.
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La confianza, sólo la confianza... y las Divinas Manos se abren dejando que se esparza lo necesario, cubriendo todas las necesidades del alma, del cuerpo, del entorno. Sólo hay que ser paciente, no pretender que todo sea ya, y dejar libre el accionar de Dios, pues Él sabe, nosotros no.
ResponderEliminarAyy, la paciencia: hermosa virtud que nos hace equilibrados. Esperar sin desesperar, esperar en paz los momentos de Dios y mientras tanto gozar del eterno presente que el Señor nos regala. Hay tanta gente enferma en el mundo, todo va muy rápido, que me gustaría mucho ayudarles a descubrir el tesoro escondido en la espera paciente. Y esperar en la cruz, ¡¡Ni que decir!! escuela de fe y amor que no deja sin recompensa, que pone los cimientos a la obra del Señor. Toda obra debe cimentarse en la cruz, y los cimientos se hacen de a poco y pacientemente. Bendita cruz y bendita paciencia, ellas nos unen intímamente a nuestro Esposo. Te dejo un abrazo fuerte junto al Corazón de Jesús que late por nosotras.
EliminarHola hermanita, unidas en ese carisma de Jesús Buen Pastor, una vez más llego a ti, para comentar tu artículo, me parece interesante, enriquecedor, solo agregar que la confianza también se va adquiriendo en la medida que la persona se va desarrollando, va madurando y en las diferentes etapas de su vida la va experimentando de distintas formas, y en la medida que crece en edad también crece en la confianza, que se muestra a través de su seguridad, de la confianza en si misma, en los otros, asi como Jesus, en la medida que crecía, crecia en edad y en sabiduría...
ResponderEliminarA ello se agrega el aspecto sobrenatural, donde Dios va actuando en silencio a través de cada persona, dependiendo si ella esta en apertura para dejarse amar y orientar por el amor del Señor, Dios padre amoroso y tierno que esta dispuesto a acoger con los brazos abiertos a todos sus hijos e hijas, que a pesar de sus errores pequeños o grandes El, nos ama, nos perdona, nos redime y confía siempre en nosotros...El BUEN PASTOR DA LA VIDA POR SUS AMIGOS...AMA, ACOGE, PERDONA...Y DA VIDA Y VIDA EN ABUNDANCIA.
Que sea este Jesús Buen Pastor que acompañe a todos aquellos que nos podemos sentir inseguros, desconfiados con nosotros mismos, con los demás, en alguna etapa de nuestras vidas y que revierta todo ello en gracia de confianza, seguridad y amor, capaz de dar la vida por los demás desde el lugar donde nos encontramos...
Gracias querida hermanita mía por tu comentario, está bello y enriquece este espacio. Oh, si, la confianza, cuando aprendemos a confiar en nosotros en los demás y en Dios, ahí se destraba la limitación de la vida. Y confío en mi Buen Pastor, que me perdonó y me acogió de una forma nueva, no esperada. También me acogió y me cedió un poco de su cruz, y por eso debo estar agradecida, porque ello me llevó a descubrir su Amor en toda dimensión. Oremos por la obra, por la misión, tengo que ser paciente en Dios. Besos
ResponderEliminarNo hay riqueza màs grande que la de experimentar en carne propia el AMOR Y LA MISERICORDIA DE DIOS PADRE...Gracias a Dios por todo el bien que has ido experimentando y que seguiremos experimentando a lo lardo de nuestra vida e historia. Animo, paciencia y tolerancia. No olvidemos lo que nos decìa S.M.E. "Ora, calla, acoge la cruz y espera".
EliminarA esperar se a dicho...Se llega lejos a pasos lentos. Exitos.