"El Señor es mi fortaleza y con él me alegraré
solo sus ojos miraré, el El confío no he de temer, en el confío no he de temer"
Nuevas consultas me llegan cada día desde que comenzamos la pandemia: ¿Por qué hermana me pasa esto? ¿Me voy a enfermar? ¿Estoy muy nerviosa y tengo ataques de pánico frecuentes, por qué?
¿Dónde está Dios?...etc, etc.
Me voy a detener en los ataques de pánico, también llamados "crisis de angustia". Se le llama pánico por las consecuencias físicas que suceden cuando lo atravesamos: Sensación de ahogo, de muerte inminente, taquicardias fuertes, desestabilización de la vida normal.
Se llama angustia por el origen, la causa que genera esas reacciones físicas, una tremenda angustia frente a una situación nueva, estresante y difícil de manejar.
Y frente a la pregunta: ¿Dónde está Dios? la respuesta es: Dios está a tu lado, siempre estuvo, está y estará. Pero no puede obligarnos a amarlo, Dios necesita una sola cosa de nuestra parte: CONFIANZA, éste es un termino mas bien social, traducido a lo religioso es lo que llamamos FE.
Cuando confiamos en alguien, le tenemos Fe.
Si no hacemos el trabajo de oración diaria que nos libere de nuestros miedos y ataduras, va a ser muy difícil que Dios pueda intervenir en nuestra vida.
Recordemos la esencia de Dios: Dios es Espíritu Puro, y nuestra alma también lo es, Dios se comunica con nosotros mediante la realidad espiritual y si no encontramos un tiempo para dedicarle a Dios luego nos suceden todas estas tragedias y malos momentos que podemos evitar mediante la meditación diaria.
El ataque de pánico es el resultado de la "desconfianza" en medio de los problemas que nos aquejan, se da también cuando queremos resolver todo, como si fuéramos superman o la mujer maravilla, cuando creemos que todo depende de nosotros y no confiamos en nadie mas fuera de nuestras capacidades. El estrés se acumula día tras día, y si no recurrimos a la oración, ese estrés hace eclosión en cualquier momento, se acumula en forma de gran angustia y explota todo cuando se rebalsa nuestra capacidad de resistir el dolor.
No quiero ser tan extensa en escribir porque sé que la gente se aburre leyendo, pero quiero terminar con esto: Si estas pasando por angustia, miedo y ataques de pánico no lo dudes: hazte un plan de meditación diaria, destina una hora de tu tiempo a dejar tu mente en blanco, a respirar sintiendo la respiración, sintiendo que Dios está allí a tu lado y te regala la vida, lee si quieres una cita bíblica corta o bien una frase que repetimos y nos ayuda a concentrarnos. Relajar el alma y ponerla en manos de Dios con toda confianza es la fuente de la salud. Prueben y verán. Dios los bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario