miércoles, 20 de agosto de 2014

Cuando la Vida Consagrada deja de "Ser": agoniza la Iglesia Católica


La Iglesia agoniza porque la Vida Consagrada es el Corazón y el amor de la misma, según Santa Teresita del Niño Jesús. Leemos la Palabra del día de hoy: Libro de Ezequiel 34,1-11. La palabra del Señor me llegó en estos términos: ¡Profetiza, hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel! Tú dirás a esos pastores: Así habla el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben apacentar el rebaño? Pero ustedes se alimentan con la leche, se visten con la lana, sacrifican a las ovejas más gordas, y no apacientan el rebaño. No han fortalecido a la oveja débil, no han curado a la enferma, no han vendado a la herida, no han hecho volver a la descarriada, ni han buscado a la que estaba perdida. Al contrario, las han dominado con rigor y crueldad. Ellas se han dispersado por falta de pastor, y se han convertido en presa de todas las bestias salvajes. Mis ovejas se han dispersado, y andan errantes por todas las montañas y por todas las colinas elevadas. ¡Mis ovejas están dispersas por toda la tierra, y nadie se ocupa de ellas ni trata de buscarlas! Por eso, pastores, oigan la palabra del Señor. Lo juro por mi vida -oráculo del Señor-: Porque mis ovejas han sido expuestas a la depredación y se han convertido en presa de todas las fieras salvajes por falta de pastor; porque mis pastores no cuidan a mis ovejas; porque ellos se apacientan a sí mismos, y no a mis ovejas; por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: Así habla el Señor: Aquí estoy yo contra los pastores. Yo buscaré a mis ovejas para quitárselas de sus manos, y no les dejaré apacentar mi rebaño. Así los pastores no se apacentarán más a sí mismos. Arrancaré a las ovejas de su boca, y nunca más ellas serán su presa. Porque así habla el Señor: ¡Aquí estoy yo! Yo mismo voy a buscar mi rebaño y me ocuparé de él. Es Palabra de Dios. El profeta Ezequiel nos trae una palabra muy fuerte y acorde a los tiempos que vivimos, aplicable perfectamente a la vida Consagrada actual, una vida que desvirtuó sus santos propósitos para pasar a vivir la post-modernidad en el acomodo de sus casas confortables. "Dice el dicho popular": Obras son amores y no buenas razones. Pues, la vida Consagrada actual prefirió las buenas razones para consolarse a si misma y dejar al mismo tiempo las obras. Eran para mí muy frecuentes escuchar las siguientes frases de hermanas que hoy tienen entre 50 y 70 años de edad y que son las que ostentan el poder del cargo: "No queremos trabajar con el gobierno y como no podemos sostener la obra, LA CERRAMOS". "Esta obra demanda mucho esfuerzo y no se ven frutos entonces, LA CERRAMOS". "Queremos la inserción en comunidades de base, pero las obras, la estructura actual nos molesta, entonces: LA CERRAMOS". "Estamos buscando caminos..." (pasaron años y nunca los encontraron) "Tenemos que cuidar nuestros bienes porque la administración es para la misión" (pero...resultó que la misión se cerró y siguen cuidando de sus posiciones económicas). "Tenemos que esperar que mueran las mayores para tener libertad de terminar con toda esta estructura". "Tenemos que vivir la internacionalidad de la Congregación" (Con esa excusa viven viajando grupos por todo el mundo gastando miles de dolares mientras la misión agoniza. ETC. ETC. ETC. YO ME PREGUNTO. ¿Esto no es una muestra de que los pastores abandonaron sus ovejas para apacentarse a si mismos? ¿Esto no es vivir de la lana y de la carne de las ovejas? ¿Esto no es haber dejado a merced de la muerte a las ovejas confiadas a nuestro cuidado? ¿De qué vida religiosa estamos hablando hoy? YO la encuentro muy similar a lo que denuncia el profeta Ezequiel ¿y ustedes? Pero aún así existe la promesa del Señor: "Los pastores no se apacentarán mas a si mismos, arrancará las ovejas de su boca y nunca más serán su presa. Del rebaño me ocupo Yo, dice el Señor". Y es lo que está pasando, solo Dios está con nosotros: Ven Señor Jesús y gracias por tu bendición.

jueves, 19 de junio de 2014

El Señor es mi Pastor, DUDAS Y CERTEZAS

El Señor es mi Pastor: dudas y certezas Una de las frases que fueron siempre cimiento de mi vida consagrada es el versículo del Salmo 23: “El Señor es mi Pastor, nada me falta”. Ha sido la traducción que más me ha impactado, aunque existen otras traducciones del mismo versículo como por ejemplo: “El Señor es mi Pastor, nada me faltará” o bien “El Señor es mi Pastor, nada me puede faltar”. Lo certero es que la primera parte de la frase es común a todas las traducciones e indiscutible: “El Señor es mi Pastor”, Él es nuestro Pastor que guía nuestros pasos hacia verdes pasturas y hacia el agua fresca, quien guía los pasos hacia una vida colmada por el amor de Dios y la oración que fecunda al alma, pero, la segunda parte de la frase se presta a distintas interpretaciones: Vamos primero con: “NADA ME FALTA”; indica una certeza absoluta del hecho y ésta certeza se ubica en tiempo presente, si Él es el Pastor nada me falta HOY. “NADA ME FALTARÁ”; esta frase ubica a la certeza en un plano futuro pero nos deja la duda de un presente que puede no estar asistido por la bondad del Pastor. “NADA ME PUEDE FALTAR”; aquí se vislumbra una confianza, también futura, pero un cierto temor presente. No es una afirmación absoluta de la Providencia, sino una esperanza de que “nada nos puede faltar”. Desde un punto de vista objetivo se puede inferir que la frase correcta es: “EL SEÑOR ES MI PASTOR, NADA ME FALTA”, porque la certeza es hoy, aquí y ahora. Desde un punto de vista subjetivo y de experiencia espiritual del alma, cada persona lo puede vivir de forma distinta debido a su propia realidad mística de unión con el Señor y esto se enriquece con esta Palabra de Dios, cuyo sentido es la iluminación de la vida espiritual y no el mero estudio intelectual de Dios. Cada persona puede experimentar según su realidad que “nada le falta” como certeza absoluta hoy debido a una fe sin límites en la providencia de Dios, una fe madura y comprometida al ejemplo de los santos. Otras personas pueden estar recorriendo un camino espiritual en el que perciben la Presencia de Dios pero sus efectos lo esperan para el futuro, una esperanza que no defrauda, tienen confianza y esperan por eso dicen: “nada me faltará”. Y finalmente el tercer grupo : “Nada me puede faltar”, es un sentimiento también de confianza, de deseo, aunque denota cierta inestabilidad en la afirmación, es similar a la necesidad pero vista desde el lado meramente humano. La composición que se acerca más al ser de Dios es aquella de fe absoluta: “NADA ME FALTA”. ¿Por qué? Porque Dios me regala la vida de cada día: manos, pies, sentidos, corazón que late, su amor, su Espíritu Santo, el afecto sincero, los sacramentos que son medios en que la Gracia de Dios nos acompaña en esta vida, la posibilidad de sonreír, de ayudar a los necesitados y de ser personas de gran corazón. Creo que esta lista puede ser mucho más numerosa, cada uno de nosotros puede ir agregando todos los regalos que Dios nos hace a diario y así nos daremos cuenta que es cierto aquello del Salmo 23: “EL SEÑOR ES MI PASTOR, NADA ME FALTA”.

lunes, 14 de abril de 2014

¿Por qué Cristo sigue en la cruz?

Esta reflexión nace a consecuencia de personas que se acercan a nuestro puesto en Parque Centenario donde tenemos una humilde santería, por supuesto gran cantidad de medallas y cruces. Concretamente, se acercó un muchacho un tanto angustiado y me trae un crucifijo diciéndome: "Por favor, ¿me lo cambiaría por una cruz sola, sin Cristo? porque no puedo ver que Jesús siga colgado en esa cruz si ha resucitado" Entonces, lo miré y contemplé al Cristo en su cruz, luego le dije: "¿Por qué quieres sacar a Jesús de esa cruz?, quiero explicarte el porqué El sigue en la cruz: Jesús sigue estando en la cruz y por eso se explica el sufrimiento del ser humano, se explica tu sufrimiento, el mío y el de todos. Todos sufrimos y eso es inevitable. Hay sufrimientos físicos, como por ejemplo una enfermedad. Sufrimientos espirituales, como por ejemplo haber perdido la paz y la confianza en Dios. Sufrimientos morales como por ejemplo ser víctima o victimario de actos de corrupción. Sufrimiento en la relación con otros como por ejemplo un matrimonio quebrado, la indiferencia, la discriminación por cualquier motivo, etc. El sufrimiento es parte de nuestra vida y la forma de asumirlo cada uno depende la forma de vivir. Si pensamos en un Cristo solamente resucitado, glorioso, en el cielo, lejano, ya sin dolor se aleja de nuestra pobre realidad. Si contemplamos a Jesús en la cruz, sufriente, tomando sobre sí los pecados de la humanidad, con heridas físicas y espirituales, con el dolor de haber sido traicionado por sus amigos, discriminado e insultado por su pueblo, el mismo pueblo que lo había proclamado mesías el domingo de Ramos, torturado, dolor en el cuerpo pero más en su alma. Ese Cristo que aún transita en este mundo, el Cristo que está en Vos, que está en mí, en todos, el Cristo que está en tu corazón y cada vez que sufrimos Jesús sigue clavado en la cruz hasta que nuestra vida llegue a su atardecer, a su encuentro con Dios al final, allí la cruz se despoja del cuerpo sufriente para contemplar a Dios. No tengamos miedo de contemplar el rostro sufriente de Cristo, más bien, eso tenemos que hacerlo con frecuencia y nuestra alma se verá reconfortada acompañada por el amor de Dios. El muchacho finalmente tomó su cruz luego de mis palabras, me dijo: "muchas gracias, ahora estoy en paz", y se fue con su Cristo en el pecho. GLORIA AL SEÑOR.

domingo, 30 de marzo de 2014

"Todos nos equivocamos en la vida"

Todos nos equivocamos en la vida. Tomando la frase del Papa Francisco (que me encanta y con la que concuerdo): “Todos nos equivocamos en la vida, reconozcamos nuestros errores y pidamos perdón”. Como todo lo que él dice, es muy evangélica su frase y muy cierta. Cuando reconocemos nuestros errores y pedimos perdón se produce una liberación espiritual de todo aquello que hasta ese momento nos estaba pesando, ahora yo quisiera saber ¿Qué se nos puede decir acerca de la actitud del que escucha ese pedido de perdón Y NO PERDONA? El que recibe un pedido de perdón de un hermano y no perdona, se encuentra totalmente fuera de lo que el Evangelio nos enseña, de lo que Dios espera de cada uno de nosotros. Somos humanos “todos sin excepción”, y, en potencia todo tenemos la inclinación al error, algunos más, otros menos, pero todos somos pecadores. Quiero escribir esta nota ya distante de toda la realidad cruel que a mí me tocó vivir en la Congregación, en la vida religiosa. Hoy puedo observar de lejos la actitud de pobreza espiritual de cada una de las hermanas que llevó adelante el hostigamiento contra mi persona, y lejos de esas circunstancias vuelvo a percibir la actitud totalmente antievangélica y lejana a la voluntad de Dios. La frase de Francisco hoy me volvió a iluminar y volví a reflexionar y darme cuenta que “Dios está con los que sufren, con los pobres, sobre todo con los pobres morales y que piden humildemente perdón”. Para todos aquellas personas que ya han leído el libro “La Hipocresía de Confesar”, que ya son muchas, les digo lo siguiente: Yo me he equivocado mucho en mi vida religiosa, sobre todo los primeros años de mi vida en la comunidad, pero luego mis errores han sido subsanados mediante el perdón de la Iglesia y mi reconciliación con Dios. En los capítulos finales, como ustedes pueden leer, se ha manipulado todos aquellos errores para construir una conspiración del mal. Y todas aquellas personas que no tuvieron la capacidad de perdonar un pasado, que era simplemente pasado, esas pobres personas están muy lejos del Espíritu de Dios, pero nadie puede arrogarse la autoridad para “castigar con sadismo y sarcasmo” hasta hacer enfermar a una persona. Por esas pobres personitas hay mucho por rezar, por hacer penitencia para que Dios tenga misericordia de ellas en el momento de su muerte y que puedan arrepentirse antes de todas sus malas acciones. Recuerdo que toda acción que lastima a un ser humano es intrínsecamente mala y abominable a los ojos del Altísimo. A pesar de la falta de perdón de quienes se arrogan el título de “pastoras de la misericordia”, aquí, los heridos por la soberbia del poder seguiremos pidiendo justicia y equidad ante la sociedad civil. Porque no es justo que una sola persona o grupo de personas destruyan la vida entera de una persona, la dejen sin trabajo, en la desolación de una sociedad donde la persona útil alcanza solo los 35 años con suerte, que no se hayan hecho los aportes a la seguridad social y por lo tanto se le prive de una jubilación futura. Todo eso está contra de la ley, de la ley en el orden civil y contra la misericordia en la ley de Dios que es una ley de Amor y de perdón. Pido a Dios la asistencia de su Espíritu Santo, y, como los profetas del Antiguo Testamento y la misma vida de Jesucristo sigo esperando Justicia, no solo por mí sino por muchas personas que recibieron lamentablemente el mismo trato desagradable que yo he recibido y también para que muchas otras personas no tengan que volver a pasar por estas circunstancias, que lejos de ser de Dios, son obra del contrario a Él. Dios nos bendiga a todos y nos conceda de verdad un corazón misericordioso. Quisiera concluir con la gran verdad que decía mi fundadora "Santa María Eufrasia", un consejo que ella decía a las hermanas: "Las obras divinas tienen su sello: LA CRUZ, ¡Oh Fundación de Angers, dirá mas tarde, ¡qué de lágrimas me has costado!...pero mientras más se sufre, Dios es más glorificado, este pensamiento dulcifica las lágrimas más amargas!.

viernes, 21 de marzo de 2014

Vida después de la muerte

Lectura del Evangelio segun San Lucas 16,19-31 El rico Epulón y Lazaro 19. "Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y banqueteaba cada día espléndidamente. 20. Y un mendigo, llamado Lázaro, se estaba tendido a su puerta, cubierto de úlceras, 21. y deseando saciarse con lo que caía de la mesa del rico, en tanto que hasta los perros se llegaban y le lamían las llagas. 22. Y sucedió que el pobre murió, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán. También el rico murió, y fue sepultado. 23. Y en el abismo, levantó los ojos, mientras estaba en los tormentos, y vio de lejos a Abrahán con Lázaro en su seno. 24. Y exclamó: "Padre Abrahán, apiádate de mi, y envía a Lázaro para que, mojando en el agua la punta de su dedo, refresque mi lengua, porque soy atormentado en esta llama". 25. Abrahán le respondió: "Acuérdate, hijo, que tú recibiste tus bienes durante tu vida, y así también Lázaro los males. Ahora él es consolado aquí, y tú sufres. 26. Por lo demás, entre nosotros y vosotros un gran abismo ha sido establecido, de suerte que los que quisiesen pasar de aquí a vosotros, no lo podrían; y de allí tampoco se puede pasar hacia nosotros". 27. Respondió: "Entonces te ruego, padre, que lo envíes a la casa de mi padre, 28. porque tengo cinco hermanos, para que les dé testimonio, a fin de que no vengan, también ellos, a este lugar de tormentos". 29. Abrahán respondió: "Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen". 30. Replicó: "No, padre Abrahán; pero si alguno de entre los muertos va junto a ellos, se arrepentirán". 31. El, empero, le dijo: "Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se dejarán persuadir, ni aún cuando alguno resucite de entre los muertos".

 Comentario del Evangelio de hoy por "Sor María de la Cruz"
 Hermosa lectura del Evangelio de hoy que nos hace ver una realidad en la que pocas veces nos detenemos a pensar: "LA RETRIBUCIÓN FINAL, LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE". Esta vida transitoria en la tierra no es única, ni absoluta, sino que es un paso, un aprendizaje para otra existencia superior y perfecta. Esta vida es un preludio de otra vida de santidad del alma personal y comunitaria, llegamos aquí cargando una existencia de pecado original y subsiguientes con un cuerpo débil y corruptible pero con un alma en potencia preparada para alcanzar la perfección, la iluminación y la paz perpetua. Nuestra alma es el principio espiritual que en teoría domina nuestro cuerpo, o mejor dicho, el cuerpo material es reflejo del alma en su accionar, cuando esto no se produce, cuando el dominio material subsiste por sobre el espiritual, vemos la decadencia del ser humano, ejemplo de ello fue el rico Epulón del Evangelio.
 El pobre Lázaro es ejemplo de pobreza y humildad, como medios de perfección del alma, y con ésto Dios no nos quiere decir que aprueba la indigencia: recordemos que se trata de actitudes, de principios de acción, lo que Dios espera de nosotros como hermanos de otros hombres, es que compartamos nuestros bienes con los que sufren necesidad y también que abandonemos esa actitud de comodidad, de poseerlo todo mientras otros desfallecen por un pedazo de pan (aún trabajando). 
 En este Evangelio Dios da respuesta al sufrimiento humano, pero aclara bien: la retribución "no es en esta vida", sino en la siguiente, junto a El en su presencia. 
Una enseñanza muy importante de este Evangelio es que ningún sufrimiento humano queda indiferente para Dios, todo tendrá su recompensa y todo está escrito en el libro de la Vida. Y cuando hablamos de sufrimientos, éstos pueden ser materiales, físicos o espirituales, en otra entrada hablaré de los mismos. Lo importante es que a los ojos de Dios todo tiene su recompensa, por eso, a tener fe y a creer que todo lo que se siembra: se cosecha, sea en el cielo o en el infierno, porque también existe el infierno según ustedes lo pueden leer en este Evangelio, bien claro, sobre todo para algunos postmodernos que niegan la existencia del demonio y del infierno.
 El rico Epulón: egoísta, cómodo, que recibió sus bienes en la vida y no los compartió, le tocó sufrir luego de su muerte "las llamas lo atormentaban". Así que, no hagamos oídos sordos al Evangelio, tengamos actitudes de misericordia hacia los que sufren cualquier tipo de sufrimiento para también nosotros poder gozar de la vida con Dios, en paz y felicidad eterna. Asi sea.

viernes, 4 de octubre de 2013

"La señora Necedad"

Tomado del libro de los Proverbios 9,13-18 "La Señora Necedad es turbulenta, es estúpida y no sabe nada. Ella se sienta a la puerta de su casa, en una silla, sobre las alturas de la ciudad, para gritar a los transeúntes que van derecho por el camino: El que sea incauto que venga aquí, Y al falto de entendimiento le dice: ¡las aguas robadas son dulces y el pan quitado a escondidas delicioso!, pero él no sabe que allí están las Sombras, y sus invitados, en las profundidades del Abismo." Precioso pasaje de la Escritura para relatar una de las experiencias humanas más frecuentes: la necedad. El hombre necio es aquél que se contrapone al sabio. La sabiduría en la biblia es aquella que procede del Señor, y la persona que la posee es porque tiene su corazón abierto a recibirla en un gesto de superación espiritual constante, de viviencia de las virtudes y valores de la existencia humana. Pero vivimos en un mundo donde la Necedad se ha hecho dueña de las acciones humanas, siempre ha sido así, no vamos ahora a culpabilizar al siglo XXI, por las necedades que "hoy se llegan a saber mejor". Obviamente que los medios de comunicación del siglo nos ayudan a dejar en claro las diversas maniobras desleales de las personas, lo vemos, lo leemos constantemente. Y allí podemos descubrir que un gran número de hijos de Dios "han decidido vivir en las Sombras". Dios nos pone al alcance de la mano los medios para darnos cuenta, donde está la sabiduría de vida: los acontecimientos diarios, los pequeños gestos de amor, las generosidades de personas sabias, etc. Todo ello es una muestra del camino que debemos tomar. Pero recordemos que también tenemos el libre albedrío y éste puede llevarnos a rechazar los gestos de milagro que Dios nos regala y hacernos vivir en sombras permanentes. La palabra de Dios siempre es muy simbólica, es menester descubrir el mensaje detrás de lo que está escrito, dice que la señora necedad se sienta en la puerta de la casa, y en las alturas y desde allí "convence" a los necios y faltos de preparación espiritual. La imagen de estar sentado y gritando, significa autoridad y poder, o sea, nos dice que la necedad domina a los faltos de inteligencia, pero no es inteligencia racional sino inteligencia espiritual y de vida. Pero no todo está tan perdido, miremos hermanos los signos verdaderos de la presencia de Dios, vivamos las virtudes, la honestidad en la vida, la sinceridad, los valores humanos y cristianos, todo ello es el camino que conduce a la sabiduría y por más que la señora necedad nos grite desde su trono elevado, nuestros oidos no la escucharán, porque estaremos siguiendo y escuchando a la voz de nuestro Pastor Supremo: Jesucristo.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

¿Relajación en la vida Religiosa?

Cuando entré a la vida religiosa pensé en vivir una vida espiritual profunda y ve compromiso con la misión, pero oh! me he encontrado con una gran sorpresa. Al parecer a la fecha de mi ingreso en el año 1992, ya venía gestándose un proceso de decaimiento del compromiso vocacional de mis hermanas. Entré en una época donde vivíamos completamente al interior de los muros cuando la Congregación era en su parte activa. Traté de amoldarme a la gente que estaba entonces, pero nunca cambiaron mi forma de pensar. Venía de leer e imbuirme en lecturas como de Santa Teresa y de San Juan de la Cruz, y ese espíritu aguerrido siempre me acompañó. Fue un largo proceso de ver pasar los años sin resultados algunos, solo vivíamos para tomar mate, hacer reuniones sin resultados positivos e irnos de vacaciones a la casa de campo. Mientras yo hablaba con las hermanas mayores y bebía de ellas el poco carisma que quedaba en la Congregación, hermanas que con le tiempo fueron "depositadas" en una casa todas juntas para "que dejen de molestar". Mis hermanas mayores hay sido siempre mi ejemplo, ellas me enseñaron a amar a las presas y a las menores institucionalizadas, ellas me enseñaron que el Buen Pastor tiene un carisma "que se está perdiendo irremediablemente". Luchas de poder, luchas regionales, luchas de ambición de superioras sin escrúpulos pusieron a la provincia argentina-uruguay al borde del abismo, al borde de la desaparición total. No me extraña, gente ávida de poder al mando de la congregaciones religiosas, y gente ávida de poder material y económico. Alquileres cuantiosos de casas vacías, de casas donde en otro tiempo religiosas verdaderas han dado su vida por una misión, hoy son casas QUE GENERAN UN INGRESO, QUE SON UN NEGOCIO MÁS DE LA CONGREGACION. Todo esto es sumamente vergonzoso y celebro con el Papa Francisco que las congregaciones puedan abandonar ese afan por el dinero para dedicarse de lleno a la misión. Pero, ¿serán obedientes? El Buen Pastor tenía un juicio por una casa abandonada en la provincia de Tucumán con el Arzobispado de esa ciudad, siiii, con el ARZOBISPADO, ¿podemos esperar obediencia de monjas ávidas de poder? Yo creo que no. Por eso en este tiempo también hacen falta nuevas Santas Teresas, Nuevos San Juan de la Cruz, que reformen la vida religiosa y la conduzcan por los caminos de la santidad, "como era antes" y por los caminos "de la misión", de servir a los necesitados. Si los conventos están vacíos ¿para que los quieren? Ese es un signo de Dios de que su Voluntad no se está cumpliendo. Que Dios los bendiga a todos y podamos ser fieles a nuestros compromisos, sea el lugar donde nos toque vivir.