Atravesando miedos, asumiendo desafíos

¿que sucede cuando la vida nos cambia de repente y nos lanza a nuevas vivencias no queridas? Aparecen los miedos a los nuevos desafíos. En realidad, visto desde Dios, El hace nuevas todas las cosas por eso no debemos sorprendernos cuando de repente El decida no intervenir cuando le pedimos a gritos "por favor Señor", quizás porque la nueva realidad que se avecina sea mucho mejor para nuestro espíritu que la realidad anterior. Hay realidades muy viciadas y que las sostenemos en el tiempo por el miedo al cambio, por el deseo de la permanencia en lo conocido y por ser conocido me brinda seguridad. La aversión al riesgo se manifiesta en las personas en distintas intensidades, algunas son mas adversas y otras menos, pero en general nos mantenemos con el deseo de que nuestra vida no sufra sobresaltos. Sobresaltos siempre habrá, algunos más bruscos que otros, pero aquellos que nos cambian el panorama en un 100% a veces son muy dolorosos. Pero no hay que tener miedo, solo hay que aferrarse a Dios y pedirle la paz y la serenidad. Cruzar a la otra orilla, saltar las piedras, puede que justo me lleve la creciente o no, esa creciente puede que sea solo un miedo inexistente y que el río a atravesar sea tan calmo que parece un juego de niños. Hay que saltar las piedras, las piedras del desamor, del olvido, de la incomprensión, de la falta de perdón, de la calumnia, del maltrato,,,etc,, piedras duras que quieren esguinzarnos para que no sigamos el camino hacia la meta final, y hay que saltar esas piedras sin perder el buen humor, sin perder la sonrisa, la mirada de paz, todo ello es signo de la presencia de Dios en nuestra vida. Hoy quiero dejar algunas preguntas: ¿Sientes miedo en tu nueva situación? ¿Sientes que Dios no ha escuchado tu oración? ¿Crees simplemente que todo ha sido provocado por la maldad de los demás? ¿No te arriesgarías a dejar tus seguridades? ¿Puedes creer que al pasar a la otra orilla, habrás crecido y encontrarás un mejor camino? El desafío es volver a empezar, volver a intentar, llevando una vida comprometida con la verdad, con la justicia y con el trabajo diario de modo tal de que el aprendizaje, de que el crecimiento y de que el cambio sean una realidad en nuestra vida.

El poder de la confianza.

Hoy vamos a hablar, reflexionar, meditar algunos segundos acerca de la confianza, la cual es una virtud humana, todos podemos confiar en alguien o en algo. Pero la confianza elevada al plano sobrenatural se transforma en la más importante virtud teologal, que es la Fe. La fe tiene poder y mucho más de lo que podamos comprender, Jesús dice "crees esto", y si la persona le decía que sí, pues, El lo confirmaba diciéndo "tu fe te ha salvado, vete en paz". ¿de donde procederá tal poder? 1°. Podemos decir que cuando nos encontramos en una situación de fe o de confianza plena somos como niños, pues, el niño no cuestiona ni espera nada, simplemente va agarrado de la mano de sus padres y "no tiene ninguna preocupación con respecto a su futuro". Es más,vive en una atmósfera lúdica importante, comparte con otros niños a los que considera sus iguales, ninguno es mayor que el otro, todos elaboran sus juegos, podemos decir, en equipo. Eso hace que no haya competencia, celos, violencia interior, etc. esto hasta cierta edad donde vamos perdiendo la inocencia. Por eso descubrimos la importancia de la Palabra de Jesús cuando dice: "no le impidan a los niños que se me acerquen, porque el Reino de Dios es para los que son como ellos", y nos invita a volver a recuperar esta actitud de los niños. 2° La confianza o fe, opera una liberación del yo importante, y por lo tanto nuestro interior se deja llevar suavemente por los acontecimientos sin caer en la carrera vertiginosa del día a día, donde buscamos superarnos constantemente, exigiéndonos a nosotros y a los demás. Todo ese esfuerzo de superación desconfiada, produce resistencias interiores y violencia interior aunque no nos demos cuenta cuando esté pasando la situación. 3° La persona egoísta, preocupada, autosuficiente, exigente, "madura", represora de los sentimientos, resentida, y todo otro acto negativo a la naturaleza, genera violencia interior, que al no poder canalizarse hacia el exterior por la cultura y las buenas costumbres, toda esa violencia queda alojada en el interior de la persona y esa fuerza negativa empieza a conspirar contra el propio cuerpo. De allí que se degeneren en enfermedades que pasan a estar fuera de control. La fe o confianza, el abandono en manos de Dios, la entrega de los problemas desde el interior a quien sabemos que nos ama, lo que provoca es una liberación de toda esa energía negativa, y así, cuando nos abandonamos a lo inesperado con paz y serenidad, ahí se opera la sanación esperada. Es el poder de la fe. La conclusión es la siguiente: Si queremos volver a vivir sanamente, volver a confiar, volver a encontrar la paz y la serenidad. Tenemos que empezar a aprender a abandonarnos confiadamente en manos de Dios. Todo eso es posible, no será de un día para otro, pero la oración de confianza es un método que tendríamos que poner más en práctica. Si no sabemos, pues, aprendemos. Hay muchas técnicas para aprender a orar. pero en definitiva lo más importante es ese click que nos va a conectar con la trascendencia, ese click es maravilloso, unico, y que unos pocos lo experimentaron. Nosotros estamos en camino, podemos sentirlo, podemos experimentarlo, podemos sanar, podemos vivir agradecidos e iluminados para siempre. No abandones la lucha, pero durante la misma es preciso confiar para tener paz y sanación.

Sor Maria de la Cruz

Volver a empezar

Volver a empezar, nunca es tarde, es más puede ser que una nueva y mejor oportunidad esté comenzando. Todo a partir de un hecho penoso, de una traición, de un menosprecio, de un divorcio, de un despido injusto. Pero para Dios todo es posible, y como es Creador, no deja de crear constantemente una nueva situación para nosotros, pero..¿crees? La vida te azotó sin piedad. La gente se comportó lo peor que ha podido contigo, no tuvo reconocimientos, no consideró tu perdón, no te dió otra oportunidad, te etiquetaron como el malo de la película, y para peor Dios no escuchó tus ruegos. Imploraste que te ayudara, imploraste que iluminara a la gente que te rodeaba para que te echaran una mano, pero cuanto más implorabas, la gente más se encarnizaba en castigarte por tu supuesto comportamiento inadecuado según la visión de la mayoría que casi nunca guarda relación con la verdadera situación. Pero ¿no te das cuenta que Dios no escuchó tus oraciones porque en realidad lo bueno y mejor para tu vida estaba recién comenzando? Nunca oíste hablar del dicho "Dios escribe derecho en líneas retorcidas", y a veces las líneas están tan retorcidas que no parecen líneas. Dios te ama y sabe muy bien en dónde podrás dar los mejores frutos de vida eterna. Caer hacia un precipicio espiritual muchas veces termina siendo una catapulta que te puede llevar hacia los más elevados cielos espirituales, sí, llegar al fondo, sentirse aniquilado y resucitar como el ave fenix de manos del Señor. Puede que al leer este mensaje estés en la situación de súplica y todavía aguantando a la gente que te odia y desprecia. No sigas aguantando, Dios siempre tiene preparado algo mejor para los buenos y no mereces seguir sufriendo al lado de la inescrupulosidad. Gente buena, con potencial, amigos de Dios, comprometidos, eso te espera, una vida llena de felicidad, de paz, de armonía. No sigas resistiendote, a veces es necesario volver a empezar. Preguntarás, ¿usted que sabe de todo esto? pues mucho hijo querido, demasiado más de lo que crees, cuando puedas leer mi biografía, cuando yo comunique que ya esté en las librerías, cuando leas mi terrible historia verás que lo que escribo es pura vivencia. Me costó humanamente descubrir que la misión como consagrada recién estaba por comenzar luego de los 40 años, que Dios quería que volviera a empezar, que luego de crueles vivencias yo pudiera volver a empezar, y renovada con un espíritu hermoso, El Espíritu de Dios que se comunica a los débiles, a los que sufren, y también a los perseverantes llevar amorosamente la cruz. La vida interior se expande con nuestro sufrir, es tan intensa, que hasta puedes sentir la presencia de Dios, es tan trascendente que te habrás dado cuenta al final que Dios siempre estuvo, y que su proyecto de amor siempre se realiza. Volver a empezar la hermosa historia de mi relación con el Señor, de tu relación con el Señor, y con los hermanos en la fe, en la familia, o con una nueva familia. Volver a empezar sin resentimientos, lleno de la fuerza de Dios, de esperanza, de lucha constante, de superación personal, de generosidad en la entrega. Nunca dejes de volver a empezar.

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Con Dios todo es posible

Encontrar al Creador, meditando...

En mi primer entrada quiero hacer mención de lo fundamental para permanecer unidos al Señor, al Creador, a nuestro Principio. Sin este atisbo de unión nuestra vida permanecerá en constante caos, desorden, tendiente a la disolución.

Dios, nuestro Creador, es un ser espiritual, digamos mejor: espíritu puro. Que al momento de nacer nos concede un poco de su espíritu y así venimos al mundo con un alma espiritual, que inevitablemente va a tender hacia El toda la vida, de ahí la sensación de vacío, de nunca estar completamente satisfechos. Ese vacío no es otra cosa que nuestro anhelo de la unión definitiva con quién es nuestro progenitor. A ese principio de Vida lo llamamos Dios.

Cuando nuestro interior se desordena, lo que pasa es que nos desviamos de la armonía que supone mantener encendida nuestra espiritualidad. Nosotros somos seres compuestos de alma y materia, y la permanente lucha entre estos dos compuestos que están llamados a complementarse y cuando eso ocurre estamos en presencia de la santidad y también cerca de lo que llamamos "cielo".

El cielo y el infierno, no son dos lugares sino dos estados, que se vivencian en el interior de la persona, un estado nos conecta con la trascendencia y es fuente de salud y armonía, mientras que el otro estado nos conecta con la violencia, es fuente de enfermedad y desorden general.

Muchas enfermedades del cuerpo tienen su origen en un problema espiritual, casi todas diría yo, que si lo sabemos reconocer ya sería un gran paso para el camino de la sanación. Para que se opere la sanación física es fundamental reconocer un problema espiritual, y de allí mucha dedicación para crecer en vida espiritual. Recordemos que Jesús cuando sanaba a los enfermos no les decía: "por mi poder te sano" o "por el poder de Dios te sano", le decía simplemente "tu fe te ha salvado, vete en paz". Y la fe no es otra cosa que un estado interior del alma o del espíritu frente a la realidad, la fe supone confianza, esperanza. Por eso considero fundamental que comencemos a aprender a meditar, a conectarnos espiritualmente. Nótese que no digo "rezar", porque el rezo proviene de la repetición de palabras, y acá se trata de inbuirnos en el interior de nuestro ser para alcanzar la salud, podemos decir orar, contemplar, amar en silencio, sin palabras, sentirse abarcado por la trascendencia.